Hoy entra en vigor el Real Decreto 156/2013, de 1 de marzo, que regula el convenio especial de Seguridad Social para trabajadores con discapacidad con especiales dificultades de inserción laboral. Estos trabajadores son personas que, habiendo trabajado o no, posean una discapacidad intelectual o enfermedad mental con discapacidad reconocida igual o mayor del 33%, o una discapacidad física reconocida igual o mayor al 65%. Básicamente consiste en que se les permite cotizar a la Seguridad Social aunque no trabajen, con objeto de poder después tener derecho a una pensión de jubilación (al menos a la mínima). La idea que subyace a esta medida es que, ya que estas personas poseen muchas dificultades para encontrar trabajo, que por lo menos posean un instrumento de cotización que les permita poseer una pensión en el futuro.
Eso sí, se tienen que pagar 189,65 € al mes... (aunque es compatible con el cobro de las pensiones no contributivas que reciben muchas personas con trastornos mentales crónicos).
Dejamos el folleto divulgativo que ha realizado el CERMI (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad).
